jueves, 2 de abril de 2009

Tengo una pequeña teoría, siento que la vida o por lo menos los comentarios de las personas más atormentadas o que estan pasando por una serie de avatares son las más interesantes. Ahora que en lineas generales mi vida esta yendo muy bien, siento que no tengo nada que decir, tal vez solo hablo para quejarme, pero aun así me considero una optimista.
Este, ha sido un año de sorpresas. He elegido un nuevo camino, y enrumbada estoy. No sé hacia donde me dirigo ni cuando llegaré, si es que llego pero caminando estoy, en un constante movimiento. Sentía antes una especie de paso pesado y aun lo siento, pero cada vez menos. Sentía como mis pies se levantaban con mucha pesadumbre de un lodazal grueso que me atrapaba.

La vida creo yo se asemeja a un juego de ajedrez o como en una analogía a una obra teatral, no sólo por el hecho de que tu vida es el escenario, sino porque tu puedes escoger que personaje o que pieza ser, y dependiendo del que escojas tu vida puede dar giros sumamente inesperados. Siento que aunque todavía me encuentro en una etapa de exploración, cada vez me acerco más a el personaje o la pieza que siempre estuve secretamente destinada a ser.

Es cierto que hay veces que retrocedo, me alejo de mi esencia, pero si una línea de tiempo fuera marcada, y a lo largo de esta se notara mi evolución, se notaría cierta tendencia con una dirección hacia mi verdadero yo. Después tal vez me pongo a pensar que el último yo, si siquiera pudiera llegar a alcanzar aquel nivel, es como una cebolla que consiste de muchas capas. Cada capa representa cada uno de los personajes o piezas que he desarrollado y lo que he podido sacar de ellas, tanto lo positivo como lo negativo, porque lo quiera o no siempre formará parte de mi ser, me acompañara en este sendero que es por siempre constante.

Este año siento que he dado un paso hacia adelante, me siento un tanto realizada aunque suene medio absurdo.

martes, 24 de febrero de 2009

heridas de batalla

Es sumamente interesante nuestra evolución, no sólo como especie, sino como seres individuales. No puedo dejar de pensar como si siquiera una cierta situación no se hubiera dado o se hubiera dado de una manera tan sólo ligeramente diferente, que tan distinta sería yo hoy de lo que soy actualmente. Mi to - como suelo llamar a mi abuelito - ha sufrido una lista innumerable de enfermedades, tantas que se escapan de mi desmemoriada memoria. Una vez estábamos sentados a la mesa y el tímidamente disimulaba ciertas manchas y moretones que heroicamente desdibujaban su mano junto con una mirada reprimida, bochornosa.

Me pregunte, por qué es que nos avergonzamos tanto de nuestras cicatrices de batalla? Seguidamente, tras una ligera pausa para organizar mis argumentos, le expliqué el cómo sentía yo que más que ser una vergüenza, esas manchas y esos moretones eran testimonio de su carácter, de su valentía, de su estambre. Había sufrido y había estado enfermo, pero lo había sobrellevado y vencido con gracia y elegancia digna de un caballero.

Admiro mucho a mi abuelito, es un ser extraordinario. Es el tipo de persona que no es muy común en este mundo, es puro, no ha dejado que la sociedad lo corrompa. Aunque no somos muy cercanos le tengo un cariño atípico, uno más parecido a la ternura.

Seguí meditando más tarde sobre esto de nuestras heridas de batalla, todos las tenemos, pero las escondemos. Por qué será? Personalmente tengo una en la frente, pero es más una prueba perenne de mi idiotez que una de valentía o destreza, sin embargo yace en mi frente como parte de mi estamínea. Tengo otras que sí son pruebas de las proezas con las que me he afrontado y sobrevivido. Ahora soy más fuerte.

Más que quejarnos por los dolores con los que nuestros caminos se cruzan, debemos de mirar atrás y recordarlos como montes que nos volvieron más fuertes. Nos encontramos con una pared y la trepamos y es un aliento, pues sabemos que hay mas tribulaciones por venir, peores aún que las que hemos sobrellevado. Ahora estamos preparados y las venceremos. Entonces, mostremos nuestras heridas de batalla con orgullo, pues son marcas, recordatorios de lo que fuimos capaces de vencer, son las señales de lo que nos forjo y nos definió, sin ellas no somos lo que somos hoy. Como ya lo dije previamente, qué somos sino una recolección de una serie de experiencias coyunturales que conforman luego nuestra estructura.

Era una niña feliz, que había tenido una infancia confusa y borrosa, pero feliz al fin y al cabo. Tenía ciertas recolecciones centellantes de un pasado distante de un oh naranjal, un crucigrama a punto de ser resuelto y chocolate, mucho chocolate. Era inocente, ingenua, y meditaba en el cómo no podría haber atisbado lo que estaba por venir. Fue un día inesperado, un caluroso día de febrero. Las ventanas estaban abiertas y el perro yacía en el piso cual alfombra, cual decoración inanimada.

Ya había sucedido innumerables veces. "Él" iba y venía, "ella" permanecía, mientras nuestra protagonista abría y cerraba los ojos, era como un sueño. No fue hasta que finalmente, en este día lleno de estupor, de bochorno insoportable, el augurio debía ser cumplido. No sabía que una luna antes lo había visto por una última vez, al que alguna vez respondía al título de padre. Se embarco en una travesía de paradero desconocido, hasta ahora ella no sabe si volverá.

Nadie parece notarlo más que su madre, pero otro llego en este día funesto, en este día de calvario, en este día . Venía a suplantarlo, pero "cómo era posible? quien se cree que es? no es quien clama ser!" El temple no es el mismo, mantiene una mirada ofuscada, un caminar sospechoso, insidioso. "El otro" habitaba con ella, desempeñaba el papel de destruir todo lo que cruzaba su camino. Así pasaron 5 meses penosos y longevos de tortura, parecían años.

"Cuando volvería él? En donde se encuentra? Porqué se fue? Retornará siquiera?"

Todas estas preguntas incesantes atormentaban su mente, la atiborraba. La perseguía un constante sentimiento de frustración, de impotencia, un no se qué... Finalmente, un día que nisiquiera recuerda "el otro" empaco sus maletas y dejo la casa. Sin embargo, en la casa todavía habitaba algo de esta presencia maldita, había dejado un hedor, un humor, no parecía irse nunca. Permanecía y permanecía creando una especie de yugo, un terror constante que martirizaba a las que allí se encontraban.

Era una pesadilla de la cual no podían despertar. Seguían sudando, seguían soñando con "el otro", rondaba el vecindario, rondaba sus vidas, atormentaba sus psiquis, volaba por los aires y las poseía, no se había ido entonces del todo.

Día tras día las hojas caían y ellas permanecían cual esclavas, atadas a un pasado que no las dejaba ir, la libertad era aparente, pero esas cadenas inadvertibles y traicioneras seguían cerradas mientras "el otro" resguardaba la llave, sabía muy bien que las tenía bajo su control, dominadas. Parecía que estaba en todas partes, en la brisa, en la cocina, en las habitaciones, oía toda conversación, sabía lo que pululaba en sus cabezas, se alimentaba de ellas, de sus angustias y temores y así crecía, se volvía más y más fuerte.

Como es la vida. Ella tenía un gran sueño, como todos, seguir siendo una niña, un peter pan, quería poder detener el tiempo en los instantes breves pero felices, aquellos momentos preciados que guardamos en el cofre de nuestros recuerdos, se aferraba tiernamente a este ideal, "el otro" no tardo en notarlo. Sigilosamente se escurría y se transformaba, tenía muchas mudas y disfraces, muchas mentiras embellecidas, ella le creía, sabía que era "el otro", pero aun así le creía. Ella misma decidía engañarse, abría su cofre nuevamente y soñaba con que "el otro" era "él", tenía que serlo, no podía haber desaparecido tan .... repentinamente... no era razonable, no era lógico, no había ciencia que pudiera explicarlo, ella tenía que estar alucinándolo a este, tenía que estar loca. Y así ella le creía.

Muchas veces cayo en su red. Cual mosca distraída era encantada, hechizada, engatusada y la araña la atrapaba en su telaraña, guardándola, apresada.

Hoy ella sabe que él no esta con ella, y lo visita cuando sus ojos se cierran y viaja a un mundo fantástico, ahí lo encuentra. Es un mundo fantástico, y todo es igual que antes, nada ha cambiado, hasta que, repentinamente le suelta la mano y se aleja y se aleja cada vez mas, ella corre y corre, pero no logra nada más que seguir alejándose, esta allí pero no puede llegar a él. Pasa un instante y abre los ojos. Ya no permite que el otro la domine, cortó el yugo, pero a veces recae como cualquier ser imperfecto.

Que mundo tan cruel, su inocencia ha sido quebrantada, afrontó un crudo despertar a un nuevo mundo donde no todo es color rosa, hay muertes, hay dolor, hay hambruna y no hay vuelta atrás. "Cómo quisiera volver!" Pero ella sabe que después de que el día pase, con todas sus penurias y avatares volverá a reencontrarse con "él", correrá con "él", la abrazará y le dirá que todo esta bien. Estará en un lugar donde podrá volver pero tan solo como visitante, a un país de ensueños, a sus recuerdos de un oh naranjal, un crucigrama a punto de ser resuelto y chocolate, mucho chocolate.

sábado, 14 de febrero de 2009

una molestia incesante


Escribo ahora para desfogarme, para liberarme de este nudo que se aloja en mis entrañas. Estoy molesta, muy molesta y quiero estar feliz. Hay veces que siento que ciertas personas apenas notan siquiera un indicio, el nacimiento de una sonrisa que quiere ser (y nunca lograra serlo), se enervan y por consecuencia buscan desesperadamente remover este signo tangible de lo que bulle en mi. Hay veces que no lo entiendo, cómo es que las personas que tu sientes más cercanas, aquellas que tú pensarías buscarían tu bienestar sobre todo, por las que tú darías la vida, te ahogan, y tu...simplemente buscas escapar...y no puedes.

Te encuentras atadas a ellas, lo quieras o no, y estas personas viven y te transgreden en nombre de "la familia". Por más que sé que este sentimiento, por más intenso que sea, llegara a esfumarse, me atormenta. Sé que de acá a 2 minutos, todo regresará a como era antes, sé que me aman, sé que se quedan conmigo por mi bien, pero en este momento quiero estar sola. Lo que a veces comienza como una discusión entre dos individuos, en la familia, termina involucrando a todos los presentes.

viernes, 13 de febrero de 2009

fotografia




Una de las tantas cosas que me gustan hacer es tomar fotografías, me encanta este medio de plasmar lo tridimensional en bidimensional, pero de una manera que ni la pintura con todos sus tromp de oil va a poder lograr... discutía con una amiga, hace no tanto tiempo, sobre la fotografía. El capturar un momento, un instante tan efímero, fugaz, pero que sin embargo, gracias a una maravilla llamada cámara pudo ser capturado, por lo menos su esencia. Aunque sé que las fotos que tomamos pueden ser engañosas, como en las fotos familiares en donde tras una sonrisa se esconden problemas y dolencias crónicas, pero que tan bien las disimulamos.


No quiero irme por las ramas, este blog va a ser un tanto positivo, se que la mayoría de los demás tuvieron un tono un tanto lúgubre. Ahora escribo para alabar a la fotografía. Hace unos días me fui a la playa con unos amigos, y hablamos del como tiendo a sacar a relucir todos los aspectos negativos de prácticamente cualquier cosa que se tope con mi sinuoso camino, tal vez porque así se de antemano que no me podrán decepcionar más tarde. Está mal, incluso, aunque cabe resaltar que no creo en los horóscopos, si creo que fue una gran coincidencia el leerlo más tarde ese día y decia (parafraseando) : procura ver el lado positivo de la vida, no critiques tanto. Aunque era un medio tan pero tan absurdo, me despertó y recalco, subrayo y resalto este hecho que yo pasaba a veces por alto.


Es importante buscar las cosas positivas de la vida, no meramente quedarnos en la queja. Si antes hable de que gracias a lo negativo, podemos ahora llegar a notar lo positivo, gracias a este juego de contrarios, bueno pues, a veces tendemos a dar lo positivo por sentado y lo negativo, por lo mismo que nos molesta, lo notamos más. Está mal. Basta ya de esta indiferencia, hay que abrir los ojos y agradecer lo que tenemos, y hoy agradeceré por la fotografía.


Un sueño frustrado que siempre he tenido es el de estudiar fotografía, este año podría haberlo hecho, pero era muy caro, o tal vez use eso como excusa... no lo sé. Lo que si sé es que tengo una cámara y a través de los viajes que he hecho, he logrado tomar algunas fotos de las cosas que más me atraían visualmente, principalmente flores, principalmente orquídeas, entre otras cosas. Bueno, los dejo con unas cuantas fotos que tomé que espero les gusten...





Cuando nos fuimos a Tambopata para hacer experimentos para las clases de Biología, nunca había estado en tal contacto con la naturaleza y desconectada de todo lo demás....



Cuando viaje a Cusco con mi mamá, ella es una fotógrafa autodidacta y me enseño a buscar nuevas perspectivas.


Simplemente me fascinan las flores, me parecen hermosas y están en todas partes, simplemente debemos parar para notarlas...




Vista de Machu picchu desde la puerta del Sol, fue una caminata intensa y a mi mamá se le rompió el zapato, fuera de eso fue genial.


Me encantan las fotos con cámara mecánica, honestamente me quedo con mi máquina mecánica sin dudarlo siquiera por un segundo, un milisegundo, un nano segundo? hasta cuánto se puede llegar, la verdad no lo sé. Es sumamente interesante como la cámara profesional te permite crear planos, lo que quieres resaltar, o lo que quieres que "jale" el ojo, lo vuelve nítido, y lo demás borroso, me fascina.

Como podrán ver soy una gran fanática de las orquídeas, no he encontrado muchas, pero a las que encontré les tomé decenas de fotos. No era exactamente su temporada.


No sienten que tienen una belleza extraña, indómita, son misteriosas, incomprendidas, que sé yo...




Recuerdo que para poder tomar muchas de estas fotos me tuve que meter al jardín prohibido, y un jardinero vino a sacarme... valio la pena.

jueves, 5 de febrero de 2009

Mi ta

Miro mi pared, mi lámpara con forma de globo, me gusta, me hace recordar a una niñez distante, pero feliz. Solía vivir en la casa de mi abuelita, a la cual llamo ta. Con este dato si alguien que me conoce lo lee, probablemente sepa quien soy, pero no me importa. No recuerdo mucho, pero lo que si recuerdo se asemeja a la paz, una semejante a la que experimento ahora, sentimiento distinto al que viví entre los 8 y 18 años (pero eso ya es otra historia).

Como osar definir a mi ta, es una persona inefable - hace poco aprendi esta palabra y me parece irónica y perfecta. Irónica ya que significa que es algo que no puede ser descrito con palabras y sin embargo existe esta palabra que lo delimita.

Ella es como mi segunda madre, sin querer es como mi maestra. Es tan sabia, puede ser por la edad, pero yo pienso que en general es muy inteligente. Me quiere mucho, y yo la quiero a ella. A veces pienso en la vida y en la muerte, y cada vez la siento más cerca, no se si a mi o si a ella, pero si a nosotros. Me aturde. Se que es un tabú y no debería siquiera mencionarlo, pero ya que quiero hablar de ella ,quiero describir el cómo siento que será mi vida sin ella, creo que eso demostrará de una manera más apropiada mis sentimientos hacia ella.

Me siento como en el cuento de Edgar Allan Poe, El pozo y el péndulo, no porque sepa algo y la inquisición quiera sacarmelo, sino que es una tortura incesante por el futuro que sé llegará en cierto momento. Como en los heraldos negros , "hay golpes en la vida, tan fuertes...yo no sé! golpes como el odio de Dios". Siento que será uno de aquellos.

Hay veces que siento que sería más facil si simplemente me alejo de ella, y a veces lo hago, porque siento que tal vez así no generaré nuevos apegos emocionales y me será más facil sobrellevar la pena. Tengo tanto miedo. No quiero que se vaya. Lloro mientras escribo estas lineas funebres y tal vez un tanto incómodas para el lector, pero necesito descargar este pesar que ya me es imposible seguir cargando.

No habrán más crucigramas sin hacer por mi parte que luego ella retomará y concluirá. No habrán más lecciones sobre la vida y palabras rimbombantes que extenderán mi lexico. No habrá más una insesante correctora ortográfica, que nota oh tan perspicazmente cada error, cada tilde mal colocada, o cada tilde omitida. Procuro corregir mi sintaxis, mi gramática y mi ortografía sabiendo que nunca lo sabré todo, que nunca será perfecto, y que algún día ella no estará para notarlo.

Pero lloro aún más pues sé que todo este ciclo es necesario, por más que me duela, por más que sienta como si metiera el dedo a la herida, sadicamente, hurgando en lo profundo. Sé que si ella estuviera presente para siempre, no la llegaría a apreciar ni una decima de lo que la puedo apreciarla ahora. La vida cobra tanta importancia por el mismo hecho de que es finita. Las acciones cobran importancia pues sabemos que llegará un día en que no podremos obrar más. Las personas cobran importancia pues sabemos que algún día dejarán de acompañarnos, o tal vez nosotros dejaremos de acompañarlas a ellas.

Ultimamente he estado pensando mucho sobre la vida, sus altos y sus bajos... este subibaja incesante que persiste. No es sino gracias a lo malo que apreciamos lo bueno. No es sino gracias a los momentos de tristeza que apreciamos la felicidad, y a veces nos olvidamos de esto, siendo este principio creo yo algo tan pero tan importante. Nos son necesarios los contrarios, al igual que es necesario que exista la bondad y la maldad. Hace no tanto tiempo meditaba sobre este asunto que me inquieta tanto. La maldad. Como sería el mundo si esta no existiera? Siento que seríamos como robots viviendo en un mundo idílico. Pero no es hasta que nos econtramos en un mundo humano e imperfecto, que tanta belleza es creada, por la voluntad que tenemos, voluntad puesta en práctica gracias a las opciones generadas por los opuestos.

Una vez vi una película sobre una extraterrestre que viene al mundo y se aloja en la casa de un científico -que había mandado una señal a su planeta desestabilizando su orbita, o dios sabe que-. Ella venía a solucionar el desperfecto para luego volver. El científico luego por una serie de sucesos se entera que es una extraterrestre y ella le cuenta sobre su planeta perfecto.

En sus vacaciones hacen gráficos y siempre buscan y piensan en cómo mejorar un mundo ya inmejorable. La extraterrestre logra finalmente enamorarse no sólo de él sino del planeta tierra con todos sus desperfectos, pero sus superiores deciden destruirlo. Ella luego debate junto con el cientifico acaloradamente el porqué la tierra debe seguir existiendo. No es sino gracias a la maldad y al odio que podemos entonces entender al amor, por el mismo hecho que nos es opcional. No amamos mecánicamente, sólo amamos si es que se nos place, y cuando amamos, es un sentimiento puro y hermoso. (La película para quien quiera se llama my stepmother is an alien con Dn Aykroyd, el de ghostbusters, y Kim Basinger)

Se que ahora tengo miedo de que mi abuelita cese de existir en un futuro quecada minuto se torna más cercano, pero por el mismo hecho de que sé que tengo algo qué perder. Me perderé sus reprimendas, por más hostigadoras que sean, me perderé su cariño, su paciencia, su amor, sus enseñanzas y mis leciones de crucigramas, los cuales dejo inconclusos y ella siempre, pero siempre culmina.